domingo, 31 de mayo de 2009

Para empezar a pensar... weblogs, blogs, cuadernos de bitácora...

En el Proyecto para el Espacio de la Práctica IV, pensamos en la necesidad de reflexionar sobre las exigencias, actuales y futuras, que la sociedad tecnológica nos impone como usuarios de la lengua, a los docentes y a los alumnos de nuestras aulas. Hoy la percepción del mundo se realiza en buena medida a través de los medios y tecnologías de la información y de la comunicación, lo que constituye un rasgo definidor de nuestra sociedad actual y una “marca de identidad” de los niños y jóvenes de lo que se ha dado en llamar la “era mediática”. Es necesario entonces que la escuela asuma la tarea de la alfabetización en los nuevos códigos a los que estas tecnologías nos enfrentan, junto a la del lenguaje verbal que sigue siendo el sustrato común a todos los demás códigos comunicativos. La comunicación de las nuevas tecnologías entraña “… un complejo proceso en el que los códigos verbales estrictamente lingüísticos han dejado de desempeñar el papel exclusivo en el discurso y comparten su valor en la construcción del sentido con otros códigos no verbales, especialmente icónicos y multimedia, que precisan de los hablantes estrategias específicas para su adecuado uso e interpretación sémica”, como dice Josefina Prado Aragonés (2001).
Integrar las tecnologías de la comunicación a los procesos educativos para reflexionar sobre ellos, sus lenguajes, sus maneras de informar sobre el mundo, al tiempo que sobre las formas que permiten recrearlo y construirlo son aspectos clave en una educación integral de los ciudadanos de la contemporaneidad y, en el caso del Espacio de la Práctica en particular, de los futuros docentes de esta sociedad.Nos gustaría empezar a pensar en algunas de estas cuestiones a partir del discurso titulado “La vida en un blog” que el académico Juan Luis Cebrián pronunciara en noviembre de 2007 ante una sesión de la Real Academia Española, en ocasión de la presentación de los dominios .es multilingües en Internet.
En su conferencia, el académico representante del grupo PRISA (dueño del diario español El país) revisa la “etimología” de la palabra ‘blog’, la posible (e inexacta) traducción al español como ‘cuaderno de bitácora’ o ‘bitácora’ a secas, aboga por que “en adelante desaparezca del diccionario la cursiva en la grafía española de este vocablo (lo que indica su condición de inmigrante) y dé paso a la letra redonda, adoptándolo así como natural y propio de nuestra lengua” y por que -horror de los académicos- sus derivados (‘bloguero‘, ‘bloguear‘, ‘blogosfera‘) corran la misma suerte, y defiende, finalmente, la necesidad de un cambio a partir del cual se empiece a “llamar a las cosas por su nombre”. Si bien el discurso retorna a los caminos conservadores de la Real Academia (que “Limpia, fija y da esplendor” a la lengua) cuando Cebrián pide ayudar a las comunicaciones a través de chat y sms con “un diccionario y una ortografía, quién sabe si hasta una gramática”, tiene lugares verdaderamente interesantes para empezar a pensar, como estos:
“Internet es una inmensa construcción de palabras, una conversación global que fluye simultáneamente en todas direcciones, y en la que el hecho de hablar, de comunicarse, es con frecuencia más significativo e importante que el contenido del propio diálogo.”
“No cabe la menor duda de que gracias a eso hay ahora a disposición del público una gran cantidad de información que de otro modo nunca hubiera visto la luz. Desde ese punto de vista los blogs, al igual que el denominado periodismo ciudadano, constituyen un aporte al desarrollo de la democracia participativa, aunque en muchos aspectos está por descubrir qué cosa sea ésta.”
“Utilizamos las palabras para designar la realidad, pero también nos son útiles a la hora de transformarla. Nuestras vidas se verán sensiblemente cambiadas según incorporemos a nuestro vocabulario, y a nuestro comportamiento, términos como los que aquí hemos venido glosando. La sociedad de la información está revolucionando profundamente la cotidianeidad de las gentes. Asistimos, quizá de manera no muy consciente, al nacimiento de una verdadera nueva civilización.”
“La cultura y sus formas de transmisión evolucionan aceleradamente y el impacto de las nuevas tecnologías en la conformación del idioma y en la elaboración del pensamiento debe ser motivo de especial atención por parte de autoridades y responsables sociales.”


¿Qué opinan ustedes sobre las ideas de Cebrián?

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